Si eres joven como yo y tienes ganas de ayudar a salvar nuestro planeta, los inicios pueden resultar un poco desalentadores. Por eso me gustaría explicarte cómo encontré un empleo al cual me dedico cada día para hacer del mundo un lugar más seguro y protegido.
Muchos jóvenes quieren contribuir a la paz, y esa pasión nos lleva a todos en diferentes direcciones. En mi caso, me llevó a obtener un máster en Estudios Estratégicos y Seguridad Energética —una línea de estudio en la que pude explorar las cuestiones nucleares, los beneficios pacíficos de la energía atómica y los riesgos del uso indebido de la tecnología relacionada.
Al terminar la universidad, gracias a mi primer trabajo como coordinadora de proyectos de voluntariado en Kiev, me sumergí en el sector de prevención de conflictos, la lucha contra el tráfico ilícito de armas y la lucha contra las amenazas transnacionales en Ucrania y otros países. A partir de ese momento, estudié gracias a una beca de la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas (UNODA) y de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Además, obtuve un Diploma Ejecutivo en Práctica Diplomática a través de un programa de un año de duración en el Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR).
Cada una de estas experiencias únicas y valiosas reforzó mi conocimiento sobre las cuestiones de desarme, no proliferación y control de armas. Asimismo, estuve en contacto con personas extraordinarias, muchas de las cuales me ayudaron a destacar como defensora de la paz.
En la actualidad, trabajo para Nonviolence International New York como Analista de investigación —un puesto al que probablemente nunca habría aplicado si no hubiera asistido a un evento de #Youth4Disarmament.
Fue en otoño de 2019, cuando me seleccionaron para participar en un programa llamado "Campeones Juveniles para Asegurar Nuestro Futuro Común”. Como parte de un día completo de actividades organizadas por UNODA y por Peace Boat, una organización no gubernamental internacional, nuestro grupo pasó la tarde a bordo de un barco que organiza eventos en todo el mundo en apoyo de los objetivos de las Naciones Unidas.
Durante nuestra visita al barco anclado en Nueva York, tuve la suerte de escuchar por primera vez a un ponente que, para mi sorpresa, se convertiría más adelante en mi supervisor.
Las reuniones de defensores de la paz comprometidos pueden abrir puertas de forma inesperada. Mientras participaba en las reuniones de #Youth4Disarmament en la sede de las Naciones Unidas, me uní a una creciente comunidad de jóvenes que comparten mi determinación de ayudar a cultivar la paz en todo el mundo.
A pesar de que el objetivo de la paz nos une, lo que hace únicas las reuniones de #Youth4Disarmament es la creatividad que surge de la unión de nuestras diversas perspectivas. Al principio puede resultar intimidante hablar de temas como el desarme, la no proliferación y el control de armas, pero #Youth4Disarmament ofrece un lugar seguro en el cual es posible crear un ambiente de confianza para compartir nuestras ideas con otras personas que puedan fomentarlas.
El trabajo en equipo es la clave, y en reuniones como ésta podemos ayudarnos mutuamente a conseguir un mundo más pacífico. Si seguimos creyendo en nuestra humanidad compartida, así como la importancia de todas las ideas y de todas las acciones, sé que podemos alcanzar el éxito.