Respiré profundamente y comencé a leer mi discurso, desde la primera oración:
“Hoy me presento aquí como una joven preocupada por nuestro futuro. La incesante propagación de la COVID-19, el aumento de la pobreza, el cambio climático, los actuales abusos contra los derechos humanos en todo el mundo... En esta época de creciente incertidumbre, nos enfrentamos también al rápido desarrollo del Sistema de Armas Autónomas Letales, el llamado ´robot asesino´”.
El 12 de diciembre de 2020, me encontraba en la oficina del Observatorio de Derechos Humanos en Tokio, mientras participaba en la Conferencia Mundial de la Juventud sobre Armas Totalmente Autónomas, en modalidad virtual. Al igual que otros 19 jóvenes oradores que asistieron desde distintas partes del mundo, yo estaba dando un discurso, frente a mi computadora portátil, para encender la antorcha de la esperanza por un futuro mejor.
Nuestro objetivo era transmitir al Gobierno y al mundo el mensaje de los jóvenes, instándoles a crear y apoyar un tratado de prohibición internacional que garantice un control humano significativo sobre la inteligencia artificial (IA) y las tecnologías emergentes. Los jóvenes organizadores de la Conferencia Internacional de Estudiantes (ISC, por sus siglas en inglés), con sede en Japón, prepararon el evento desde cero, y yo tuve el honor de participar como joven oradora japonesa.
El poder de los jóvenes para expresarse y hacerse oír fue evidente a lo largo de la conferencia, que logró reunir a más de 155 personas de más de 40 países. A nuestro grupo de 20 jóvenes representantes se unió un miembro del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, así como el director del Observatorio de Derechos Humanos en Japón. Además, escuchamos un mensaje de vídeo pregrabado de la Sra. Soo Hyun Kim, el punto focal para la participación de los jóvenes de la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas (UNODA).
Pero, para empezar, ¿qué son las armas totalmente autónomas y por qué son importantes para nosotros?
A diferencia de las armas existentes, las armas totalmente autónomas —también conocidas como Sistemas de Armas Autónomas Letales (SAAL)— podrían seleccionar y disparar a los objetivos sin ningún tipo de control humano significativo. Aunque la IA y las tecnologías emergentes pueden contribuir a reducir los errores humanos en algunas ocasiones, las armas totalmente autónomas serían impredecibles y podrían ocasionar riesgos catastróficos.
Por ejemplo, sin la intervención de un ser humano para realizar valoraciones, un arma totalmente autónoma podría ser capaz de tomar decisiones mucho más rápido de lo que el ser humano podría comprender su propio proceso de toma de decisión. Asimismo, dichos sistemas podrían perjudicar a los grupos minoritarios si se reflejan los prejuicios y estereotipos de sus creadores.
Por estas y otras razones, se dice que las armas totalmente autónomas representan una “tercera revolución” en la guerra, cuyas repercusiones pueden ser tan importantes como la introducción de la pólvora y las armas nucleares. La posibilidad de que estos sistemas puedan provocar la inestabilidad mundial y una nueva carrera armamentista es lo que les permitió adquirir su famoso apodo de “robots asesinos”.
La Campaña para Detener a los Robots Asesinos, una coalición mundial de más de 170 organizaciones no gubernamentales de 65 países, viene alertando al respecto desde 2012. No obstante, los debates internacionales sobre cómo regular este tipo de armas avanzan de manera muy lenta, incluso mientras varias potencias militares invierten significativamente en el desarrollo de armas con diferentes grados de autonomía.
Peor aún, el uso de SAAL en un campo de batalla real es más probable que nunca. De hecho, se dice que el año pasado ya se utilizaron sistemas de armas similares a SAAL en una guerra.
Esta urgencia es la que impulsó a 20 jóvenes representantes de seis continentes a presentarse en la Conferencia Mundial de la Juventud el 12 de diciembre.
Cada uno de nosotros pronunció un discurso de unos tres minutos, en el que se abordaron tres puntos: (1) la posición de nuestro país respecto a SAAL; (2) los motivos por los que creemos que deben prohibirse; y (3) un llamamiento a la acción para nuestros gobiernos.
Uno de los numerosos discursos que me impresionó fue el de mi joven compañera oradora de Filipinas. Tras señalar que su ciudad ha estado bajo la amenaza constante de los grupos armados que se enfrentan en el sur de su país, destacó la importancia de prohibir nuevas armas que podrían proliferar y utilizar en futuras guerras. Otros oradores del Reino Unido y Canadá, países donde es tradicional la defensa de los derechos humanos, instaron a sus gobiernos a asumir el liderazgo para la prohibición de SAAL que puedan infringir los derechos de los grupos minoritarios.
Como representante de los jóvenes de Japón, hice un llamamiento a mi país para que adoptara dos medidas. En primer lugar, con el propósito de proteger a nuestra nación y a la región de una carrera armamentista interminable, insté a Japón a que actuara con firmeza como “creador de normas” mediante el apoyo a un tratado que garantice un control humano significativo sobre el uso de la fuerza. En segundo lugar, abogué por la celebración de una conferencia internacional en la que se invitara a la sociedad civil, al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y a las organizaciones juveniles.
Mi país afirma que “no tiene planes” de adquirir armas totalmente autónomas, y ha resaltado la necesidad de mantener un control humano significativo sobre el uso de la fuerza. Sin embargo, dada su gran influencia diplomática en toda la región, pienso que Japón puede tomar medidas aún más concretas y mostrar un excepcional liderazgo ante el mundo.
Nuestra intervención no terminó con la conferencia. El 7 de enero de 2021, cuatro organizadores del ISC y yo tuvimos la oportunidad de visitar el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, donde nos reunimos con un oficial encargado de supervisar los asuntos relacionados con SAAL. Después de conversar durante media hora sobre la Conferencia Mundial de la Juventud, le entregamos nuestra propuesta, con la profunda esperanza de que esta propicie una acción decisiva.
La voz de cada joven orador puede ser pequeña, como una gota de rocío. Pero al igual que una gota de rocío puede unirse a otras para formar un arroyo que se abre paso hasta el océano, una voz juvenil puede convertirse en el inicio de una corriente inmensa hacia un mundo mejor. Por eso, nunca debemos subestimar el infinito potencial de nuestras voces, por más pequeñas que parezcan.
Para concluir mi breve resumen sobre nuestra acción juvenil, me gustaría compartir las voces de 20 compañeros representantes de la conferencia. Espero que algunas de ellas sintonicen contigo y te inspiren a unirte a nuestra gran ola por un mundo mejor.
Porque el poder de una sola voz, como la tuya, es infinito.
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Somos sus ciudadanos, y cualquier gobierno con una mínima muestra de respeto por la dignidad humana no puede obstaculizar las demandas para regular las armas autónomas letales, una tecnología moralmente aborrecible. (Leyla Manthorpe, Reino Unido)
Ante la problemática de las armas con inteligencia artificial y los robots asesinos, es importante ser proactivo en lugar de reactivo. (Rikka Aarnos, Finlandia)
Una carrera armamentista no es la forma de reducir esta brecha tecnológica. Una prohibición preventiva sí lo es. (Tanvi Kejriwal, India)
No podemos poner en juego el futuro social de la humanidad por estas armas. Aunque se trate de una guerra militar, no debería haber una guerra asimétrica entre humanos y robots, ya que sería un hecho desequilibrado e injusto. (Taufan Himawan, Indonesia)
Le pedimos que proteja la vida y la dignidad humana de las futuras generaciones y que colabore con otros países para poner en marcha la prohibición internacional antes de que sea demasiado tarde. (Fien Bosteels, Bélgica)
Este llamado también va dirigido a los jóvenes, para que se sumen a la iniciativa de “Jóvenes contra los Robots Asesinos”. Así, como mentores por la paz, a través de nuestros ideales y nuestras ideas, podemos crear soluciones al problema tan grave que genera la autonomía en los Sistemas de Armas. (Alejandro Castañeda, Colombia)
Una prohibición efectiva solo puede aplicarse si se promueve un consenso entre todos los países que incluya amplios esfuerzos diplomáticos y posibles concesiones con términos y condiciones de todas las partes. (Nguyen Minh, Vietnam)
Les invito a imaginar un mundo en el cual ponemos nuestras vidas en peligro porque existe un arma asesina que podría cometer un error que provocara la pérdida de una vida humana. No quiero este mundo para nosotros, para nuestra generación, ni para las siguientes. (Candelaria López, Argentina)
Como jóvenes, deberíamos preocuparnos por la posibilidad de que haya una película bélica en un futuro próximo, y que, en lugar de verla en la pantalla grande con palomitas de maíz a nuestro lado, seamos nosotros parte del reparto si no se prohíben ahora los robots asesinos. (Vera Hayibor, Ghana)
La creación de estos sistemas de máquinas difumina la línea de la responsabilidad y la moralidad. (Yennie Sayles, Australia)
No queremos guerras futuras, por eso tenemos que actuar para evitarlas. Tenemos que actuar para invertir en nuestro futuro, no en armas totalmente autónomas. (Alliah Ampatuan, Filipinas)
El camino moral a seguir no incluye el aumento de la militarización, sino el compromiso de resolver los conflictos humanos con recursos humanos y no artificiales. (Ryan Di Corpo, Estados Unidos)
Saben, siempre digo que: “si los humanos están programados para vivir en paz, entonces la guerra se considera un error del sistema”. Pero si desarrollamos nuestra inteligencia artificial para luchar en la guerra, ¿no sería entonces la paz un error del programa? (Illés Katona, Hungría)
Solo un tratado internacional puede evitar la existencia de las armas autónomas y la revolución bélica que conllevaría la pérdida del control humano sobre las decisiones de vida y muerte. (Johanna Trittenbach, Alemania)
El uso de armas totalmente autónomas supondría probablemente un mayor riesgo para los grupos marginados y para cualquiera que no se ajuste a la “norma” determinada por el programador. (Laura Verella, Brazil)
Los robots asesinos son una amenaza sin precedentes para la humanidad. Si no tomamos medidas pronto, corremos el grave riesgo de perder el control humano significativo sobre el uso de la fuerza armada. Estas armas son una fuente de problemas morales, éticos, operacionales y de control que ponen en riesgo la dignidad humana y la responsabilidad. (Katharine Woolrych, Nueva Zelanda)
Pienso que la inteligencia artificial y la tecnología deben usarse de forma ética para servir a la humanidad en lugar de utilizarla para armas mortales... Les pido a mis jóvenes compañeros de la región y de todo el mundo que alcen su voz para salvar nuestra futura generación. (Hiba Khan, Pakistán)
A diferencia de tantas tragedias que han sucedido en la historia, en las que se tomó medidas demasiado tarde, ahora tenemos la oportunidad de detener la catástrofe incluso antes de que empiece. Esta es mi declaración al Gobierno de Canadá: mantengan nuestra tradición de intervención humanitaria, sostengan nuestro apoyo a la paz y al progreso, y defiendan la santidad de los derechos humanos. (Tara Osler, Canadá)
Hoy me presento aquí como una joven japonesa que enciende la antorcha de la esperanza para nuestro futuro y que insta al Gobierno de Japón y al mundo a tomar medidas. (Aline Sauvegrain Tanabe, Japón)
La declaración completa de los jóvenes puede verse en este enlace:
https://www.stopkillerrobots.org/2020/12/global-youth-conference-2020/